Estos temas son muy sensibles para las madres que hemos pérdido bebés y/o que tuvimos un susto y casi perdemos a uno que venía en camino.
En nuestro segundo embarazo tomamos muchas medidas de prevención, les cuento algunas de ellas:
- Buscamos un Ginecólogo Obstetra especializado en embarazos de alto riesgo.
- Hicimos un cerclaje tan pronto nos lo dejaron hacer, en mi caso esperaron hasta las 14 semanas de gestación, para asegurar viabilidad, crecimiento correcto y latidos de corazón del bebé.
- Visitas cada dos o tres semanas a solicitud del doctor.
- Buscar una actividad para distraerme mentalmente, en mi caso una maestría me ayudo a enfocarme en otras cosas.
- Disfrutar del embarazo y conseguimos una perrita que me acompañaba cuando estaba sola en casa. Esto aunque no lo crean nos ayudó mucho, dicen que es complicado tener un bebé si tienes mascota (perros), sinceramente no estoy de acuerdo. “Ariel” nuestra french poodle toy fue uno de los pilares de recuperación para querer quedar embarazada.
- Me hicieron estudios con un Hematólogo y descubrieron que podría formarse algún coagulo por Trombofilia, así que todos los días yo misma tenía que inyectarme “Heparina” en la panza. Y tranquilas que esto más que nada es para que la sangre este más diluida y le llegue todo bien al bebé por el cordón umbilical.
- Tomaba progesterona por receta de los médicos, vitaminas prenatales y acido fólico, todos los días.
Y bueno, en este segundo embarazo todo iba bastante bien, así que cuando llegamos a las 16 semanas no me imagine nunca que tendría una amenaza de aborto ya con el cerclaje puesto. Así que me mandaron reposo y ganar todas las semanas que pudiera para que el bebé fuera viable, así que me tocó sacar fuerzas y ser lo más positiva posible y esperar.
Como se imaginan por el título del Blog, pasar de las 21 semanas que fue cuando perdí a mi primer bebé, era lo más aterrador que me podía pasar por la mente. Así que cuando llegue a las 21 semanas, pasó de nuevo…
Perdí a mi segundo bebé en las mismas semanas que perdí al primero, tomando todas las medidas de seguridad posibles. Mi ginecóloga me dijo y jamás se me olvida “creo que nos corrimos el riesgo contigo y debimos hacer más”.
Con esto les quiero dejar como mensaje que por más que creas que lo tienes todo bajo control, no todo es controlable. De nuevo mi incompetencia cervical me jugó una mala pasada y si les soy sincera esto sacudió mi fé, como era posible que me pasará esto de nuevo y por qué. Definitivamente no fue mi culpa, hice todo lo mejor que pude, pero esto no lo controlo yo, así que de nuevo me tocó sanar física y mentalmente, por mi bien y el de mi familia.
Algún día les contaré más detalles de esta segunda perdida, por ahora mi mensaje para todas las mamás que están pasando por una situación similar, con amenazas de aborto, inyecciones, pastillas y todo lo demás:
No comparen sus embarazos con el de otras mamás, cada cuerpo es un mundo y cada embarazo es diferente aunque ya hayas tenido o perdido un hijo. Con esto les quiero decir que no pierdan las esperanzas, ni se desanimen, si yo hubiera seguido ese camino de negatividad, créanme que no estaría aquí contándoles lo que me pasó, que lo hago con el fin de ayudarles a ver que después de tanto sufrimiento tratando de ser madre, con mucho esfuerzo, paciencia, amor y buenos doctores, todo es posible.
Con respecto a las inyecciones, en mi caso me toco inyectarme heparina todos los días y aunque era un aguja mínima y que no me gustan los pinchazos, me toco armarme de valor y hacer el esfuerzo, me salieron algunos moretones cerca del área del pinchazo y tuve que cuidarme de no golpearme o cortarme para evitar un sangrado abundante o más moretones, salvo eso no tuve ningún otro problema con estas inyecciones que deje de ponerme una vez perdí a mi segundo bebé.
El detalle con la heparina al momento de que me dieran las contracciones a las 21 semanas es que no podían ponerme la epidural o al menos eso me dijeron los doctores en ese momento. Así que me durmieron durante todo el proceso y esta vez el golpe emocional fue realmente fuerte, muchas emociones.
Un mes después de que me dieran el alta médica, hicimos un viaje y como meta nos propusimos llegar el Pulpit Rock en Stavanger, la foto de la portada es de camino a la cima, una caminata de más de 4 horas en Noruega, créanme que después de lograr eso a un mes de perder mi bebé a las 5 meses de embarazo, sin entrenamiento y totalmente fuera de condiciones, ahí me di cuenta que si podía con eso, podría hacer lo que quisiera.
Si nosotros pudimos, seguro que ustedes también. Animo y a buscar una meta que te cambie la vida después de perder un bebé o si has tenido una amenaza de aborto, cuídate, escucha tu cuerpo y nunca pienses que estas imaginando síntomas o exagerando, solo tu te conoces y sabes que es normal en ti y que no.
Mi última recomendación es que tienes que tener un doctor que te de seguridad, aunque sea por referencia de una amiga o hermana, si a ti no te gusta, busca uno que te haga sentir segura, que tenga amor a su profesión y que sepa lo que hace.